viernes, 10 de diciembre de 2010

ALGÚN DÍA TODAS LAS EMPRESAS SE DIRIGIRÁN ASÍ

MACKALEXDIGITAL: ¡LA MEJOR MANERA DE CRECER!


            KAIZEN: ALGÚN DÍA TODAS LAS EMPRESAS SE DIRIGIRÁN ASÍ

                    Por MACKALEX para mackalexdigital.blogspot.com/

Se sabe, que en nuestra cultura occidental, el individualismo representa la característica principal de nuestra cultura empresarial, y nuestra visión miope no nos deja ver más allá de nuestras narices, por lo cual, luego vienen las lamentaciones, hasta el extremo de que nuestro espíritu hedonista, nos hace acuñar frases como, no me importa si dejo algo positivo a la generación actual, mis problemas  son aquí y ahora, y en cierto sentido tienen razón pero, naturalmente, pasarán por la vida sin saber que pasaron.

En una duración de vida relativamente corta, donde el organismo se gasta y no se alcanzan todas las metas propuestas, es obvio, que si bien usted tuvo una calidad de vida mediocre, no condene a las generaciones presentes, a vivir por debajo de la mediocridad con que a usted le ha tocado vivir. Y no se es mediocre sólo porque no se acumuló dinero (el adinerado puede ser tan mediocre como el pobre de vocación), sino también, porque se obviaron pasos importantes, como es el desarrollo intelectual y el espiritual, pero nos encontramos con dos caras de un mismo plano, donde hay personas tan espirituales que no reúnen ni para beberse una soda, y las hay tan triunfadoras económicamente, que piensan que el dinero les capacita a hablar todo tipo de sandeces, y hasta se sienten con “derecho” a decidir más allá del bien y del mal.

Antes de seguir adelante con el tema que nos ocupa, es bueno aclarar que cuando hablamos de empresario, no tiene que ser necesariamente quien dirige una empresa con fines de lucro, pues cualquier actividad planificada, como un club, una junta de vecinos, un viaje a la playa, un grupo formado para diversión, entre otros, desde el momento que surge una idea, se madura y planifica para hacerla realidad, y se pasa por el cedazo de la organización, y se dirige a través de un equipo de personas dispuestas a colaborar para que la misma tenga éxito, con los respectivos controles y supervisión de manera que se verifique que todo va sobre las ruedas de lo planeado, entonces, cuando se dan todos estos pasos, hablamos de una empresa.

Una vez aclarado lo del párrafo anterior, hagamos algunas reflexiones, y la primera es reconocer que desde la última década del siglo pasado y la primera del siglo veintiuno, se han registrado muchos cambios en los negocios occidentales, pasando por herramientas tan valiosas como el desarrollo de compañías satélites, los presupuesto base cero, el crecimiento mediante la adquisición y la diversificación, la administración de portafolio, la desinversión y la consecuente concentración en las habilidades básicas, la globalización, la administración por objetivos, el espíritu empresarial, el down-sizing (o el right-sizing), la administración de riesgo, la atención al cliente, la administración de sistemas basados en la Tecnología de la Información (TI), las organizaciones planas, la administración en un minuto, la Administración de la Calidad Total (ACT), la Reingeniería de Procesos de Negocios (RPN)… cada una en su momento ejerció influencia en la forma y cultura  de las compañías.

Hoy sin embargo, se está preparando el cambio más grande para romper con todos los paradigmas a través del KAIZEN, luego del éxito de los japoneses (al menos las grandes y medianas corporaciones) que aunque comenzó a percibirse en Occidente desde fines de los ochenta del siglo pasado, ya resulta una necesidad perentoria y se está asimilando rápidamente, y los grandes beneficiarios de este gran movimiento, incluso más que los clientes, serán los empleados, tal como asegura Tony Barnes en su libro CÓMO LOGRAR UN LIDERAZGO EXITOSO, y es que sin buenos empleados, no puede haber clientes, pues a estos se les reconoce como el factor determinante más poderoso para el éxito corporativo y son el centro, luego de las crisis de las dos ultimas décadas, de una vigorosa atención centrada en la cultura y el ambiente donde trabajan, junto con los procesos de liderazgo y administración a los cuales ellos responden.

Y es que si las compañías desean tomar una ventaja competitiva completa para su supervivencia, después de esta prolongada recesión, tendrán que asimilar como un prerrequisito casi absoluto la herramienta del KAIZEN. Este cambio será revolucionario y exigirá a los líderes empresariales, principalmente de negocios, un cambio notable de enfoque. Tendrán que afrontar una comunicación más abierta interna y externamente y el derrumbamiento de las jerarquías piramidales tradicionales, el fin de las convencionales bases de poder y, en consecuencia, compartir la toma de decisiones con aquellos individuos más cercanos al punto de acción, y la implementación de nuevos procesos, comportamientos y formas de pensar en torno a la administración.

Pero, ¿qué es el KAIZEN?

Continuaremos en una próxima entrega.