lunes, 29 de marzo de 2010

¿SE DESPLAZAN O DESAPARECEN LA RENTABILIDAD Y EL VALOR DE UNA EMPRESA?

MACKALEXDIGITAL: ¡LA MEJOR MANERA DE CRECER!

¿SE DESPLAZAN O DESAPARECEN LA RENTABILIDAD Y EL VALOR DE UNA EMPRESA?

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Por MACKALEX para mackalexdigital.blogspot.com/

Vimos en la exposición 2 que la utilidad y rentabilidad de una empresa se desvanecen cuando se pierden los temas relacionados con valor para el cliente, calidad e impulso del cambio organizacional mediante la creación de conexiones más amplias y profundas con los clientes, y las innovaciones más recientes de por lo menos el alcance de la tecnología mínima que se necesita para lograr respuestas y servicios más rápidos y ágiles, sin menoscabo de la calidad y que tal como asegura Guaspari cuando las personas o las empresas se empeñan en proveer el máximo valor a los clientes, de una manera genuina y honesta, amparados en la última gran innovación, se energizan y permanecen llenas de energía, lo cual a su vez les motiva a estar atentas a cualquier cambio inesperado que pueda provocar que su valor se desplace a otras manos por lo que las empresas y los emprendedores deben estar atentos a suspender acciones que no agregan valor, y sobre todo a valorar la parte más importante de toda organización: LAS GENTES, pues muchas veces los pasos repetitivos y desfasados, la mentalidad de cavernícola empresarial, la repetición de tareas innecesarias, la desvalorización del personal entre otras, hacen que no hayan finanzas ni sitio de trabajo saludables, y todo sabemos que no puede haber finanzas sanas sino se hace un esfuerzo por lograr alcanzar el potencial pleno y reconfortante, y una de las palabras claves para no dejar escapar EL VALOR, es INVOLUCRAR, y no dejar que les adivinen el pensamiento, confundiendo el poder discrecional de una negociación con el misterio de su sistema operativo y luego vienen las lamentaciones y los descalabros por no entender los principios de la PARTICIPACIÓN.

Una vez introducido el tema y con la idea de evitar comentarios e ideas engorrosas que no conduzcan a ninguna parte, pasemos a definir de modo sucinto la migración del valor de una empresa:

La migración del valor de una empresa consiste en el desplazamiento de la rentabilidad y el valor de mercado de una empresa a otra dentro de un mismo sector [esto, naturalmente varía cuando un nuevo descubrimiento puede hacer saltar la materia prima de otro uso, como pasó con el vinilo de los discos anteriores, que pasaron a ser sustituídos por cintas, y más adelante los discos compactos y hoy, los cargadores universales de datos (USB), los cuales fueron creando otros sectores, si bien parecidos, ante los ojos del nuevo consumidor, diferentes] . En el pasado, el valor migraba lentamente, pero hoy lo hace a la velocidad de la luz, con la misma rapidez con las que cambian las prioridades del consumidor… 3.

De aquí, los grandes y espectaculares cambios del mundo empresarial moderno, donde nuevas compañías, dinámicas y rentables, desafían a los grandes gigantes y acaban ganando. Y que tal como señala Sally Helgensen, de que hay que improvisar respuestas individuales que permitan cierta flexibilidad y seguir abiertos al cambio continuo… Aceptar que el mundo ya no es el mismo y que las instituciones que hemos conocido seguirán cambiando, desmoronándose o desapareciendo con una ferocidad que sólo podemos imaginar. El resultado será más inestabilidad y más oportunidades, más trastornos y más opciones… y dice además, que la nueva arquitectura de la tecnología, entre otras cosas, ha provocado el hecho de que tan pronto dominamos el último programa de software, una nueva versión del mismo programa irrumpe en el horizonte, lo cual se aplica también a cómo analizamos, interpretamos, razonamos y finalmente pensamos; nada de esto último se puede hacer sin una DISPOSICIÓN AL CAMBIO.

La frase clave para evitar que el valor de su empresa y el suyo propio se desplacen a otras manos es: DISPOSICIÓN AL CAMBIO. No insista con lo acostumbrado, cuando empieza a pensar que el mundo ya no es lo mismo y que los tiempos y las nuevas generaciones son un desastre.

Sólo piense por un rato nada más, que en algún momento de su vida usted fue una innovación, y posiblemente incomprendido en su momento, pero aquellos que se resistieron al momento, ¿dónde están ahora? Posiblemente lamentándose por no haber seguido sus pasos…. Y usted no quiere que le pase lo mismo: ¿verdad?

De modo que si usted es de los que piensa que las personas y las tecnologías no agregan valor al valor (válida la redundancia) suyo y al de su empresa, entonces el desfase hay que buscarlo en uno mismo y no en el exterior.

Entender el principio de la DESVALORIZACIÓN es clave para mantenerse a flote hoy en día, tanto desde el punto de vista empresarial como individual. Hay que insistir, que el valor de una empresa no se pierde, sino, que simplemente se desplaza y que cada vez que se producen los grandes cambios en el mundo, cambia el estilo de vida, y por tanto, cambia también la forma en que el público en general nos percibe, así como cambian también el comportamiento y la psicología del nuevo consumidor, y es su responsabilidad social, mantener lo que con tanto esfuerzo ha logrado, aun al coste de la pérdida de su propia personalidad y pensamiento. Recuerde que nadie se adentra al negocio de las flores porque le gusta su olor y ornamentación.

Hasta aquí, la tercera parte de esta exposición. En la cuarta y quinta partes, expondremos de modo más preciso, consejos y algunos trucos empresariales para adaptarse a los nuevos tiempos, tanto si es usted un novicio, como un empresario ya probado.



¿Por qué no nos gusta nuestra voz grabada?

MACKALEXDIGITAL: ¡LA MEJOR MANERA DE CRECER!
¿Por qué no nos gusta nuestra voz grabada?

RECOPILADO Y READAPTADO POR:


MACKALEX para mackalexdigital.blogspot.com/

DESDE YAHOO NOTICIAS

La mayoría de personas que escuchan su voz grabada la notan diferente, más aguda, por lo general.

Escuchar nuestra voz a través de un reproductor provoca que se elimine una de las vías de conducción del sonido, la de los huesos. (20MINUTOS.ES. 08.08.2009 - 21.26 h)

La mayoría de personas que se han grabado hablando o cantando acaban preguntándose, al escucharse después, si realmente esa es su voz, si así es como se le escucha... y lo cierto es que así es, aunque a muchos no les guste como suena, especialmente, porque lo perciben diferente a lo que están acostumbrados. ¿A qué se debe eso?

El blog Genciencia [chequear en II mas abajo lo referido] publica una entrada interesante en la que explica que la razón fundamental está en las vías por las que nos llega el sonido de nuestra voz.

Cuando hablamos, el sonido de nuestra voz nos llega a través del canal auditivo externo, el tímpano, el oído medio hasta la cóclea (o caracol), en el oído interno. También nos llega a través de los huesos, a través de los tejidos de la cabeza, hasta la cóclea (por esta vía se refuerzan los tonos más graves). Lo que escuchamos al hablar sería una mezcla de lo que nos llega a través de ambos canales.

El sonido de un reproductor hace que eliminemos el segundo canal, el de los huesos, por lo que se aprecia una voz más aguda, por lo general, y diferente a lo que uno está acostumbrado.

No me gusta mi voz grabada

Sergio Parra
5 de agosto de 2009

Confesadlo, todos nos hemos grabado alguna vez cantando una canción. Muchas veces, incluso interpretando canciones inventadas. La mayoría de veces, es cierto, lo hacemos en la ducha, por aquello de la estupenda acústica. Pero al menos una vez en la vida lo hemos registrado en una cinta (o en un mp3).

Sin embargo, al escucharnos de nuevo algo falla. No nos gusta nuestra voz. Nos suena diferente. Más chillona, tal vez. Al igual que se dice que la tele engorda, en la sabiduría popular también ha cristalizado la versión acústica de esta sentencia: la voz registrada suena diferente (normalmente peor) que al natural.

¿Por qué ocurre? ¿Es un defecto del micrófono? ¿Un defecto del altavoz? Puede. Pero la razón fundamental es otra.

El sonido que llega hasta nuestro oído interno llega por el siguiente camino: se conduce a través del canal auditivo externo (ésa especie de caracola), el tímpano y el oído medio hasta la cóclea, una espiral llena de líquido que se encuentra en el oído interno. Pero al hablar, nuestra propia voz, además de llegarnos de esa forma, se transmite por los huesos, a través de los tejidos de la cabeza, llegando directamente a la cóclea.

Además, las propiedades mecánicas de la cabeza refuerzan las vibraciones de baja frecuencia, de tonos más graves.

Así que la voz que oímos al hablar es una combinación de estas dos percepciones de sonido. Pero al oírnos a través de una grabación, entonces se elimina la conducción ósea y sólo oímos el sonido transmitido por el aire (es decir, nos oímos tal y como los demás nos oyen).

Para oírnos por el otro canal auditivo, basta con que nos taponemos los oídos, y entonces sólo oiremos nuestra voz a través de las vibraciones de los huesos (y es que los huesos son geniales conductores del sonido, como demuestra el cepillo de dientes que me compré en EEUU y que, mientras tiene contacto con mis dientes, me transmite el We are the champions de Queen, haciéndome mucho más rítmica la tarea).