viernes, 26 de noviembre de 2010

¿QUÉ ES EL ÉXITO? I de 17

MACKALEXDIGITAL: ¡LA MEJOR MANERA DE CRECER!

                                            ¿QUÉ ES EL ÉXITO?
                   Por MACKALEX para mackalexdigital.blogspot.com/
                  
Según Paul C. Jagot, en su libro Los Secretos del Éxito, éste es la limitación normal de un proceso determinado por ciertas disposiciones individuales y ciertas tácticas.


Es bueno establecer, no obstante, que tanto las disposiciones individuales como las tácticas pueden verse favorecidas o contrariada por fatalidades, lo cual explicaría ciertos casos de éxitos fortuitos y determinados fracasos, aun habiendo todos los pasos de lugar para el triunfo. Y precisamente, esta última eventualidad debe preverse, para no cejar y entender la importancia de estar dispuesto a toda tentativa en el camino hacia el éxito, ya que al final, la palabra éxito evoca resultados de conjunto, y no de hechos aislados o fortuna y suerte individuales y pasajeras, ya que un éxito lleva a otro y a otro y así sucesivamente, y por ello, se dan una serie de éxitos particulares, como lo es el de realización, el personal y el de la suerte.

El de realización, proviene de las facultades realizadoras, como sería el hecho de llevar a buen fin una tarea específica.Al final, el cúmulo de realizaciones, corona la obra. El éxito personal, en cambio, es el que viene determinado por una buena impresión o por una influencia persuasiva hábil. Es un conjunto de herramientes que vienen escoltadas por la buena educación, una buena instrucción, delicadeza en el vestir y una buena elección de las palabras para decir las cosas precisas, a las personas precisas, en el momento preciso. Y por otro lado, el éxito de suerte, es aquel que es  debido, ya a facilidades o dones naturales, ya al favor de circunstancias afortunadas.

Lo más importante, sin embargo, es entender que aun el más mediocre está escoltado por varios y determinados éxitos personales en algún momento de su vida y, naturalmente, si se hace un esfuerzo convenientemente dirigido, lo cierto es que cada uno de nosotros puede aumentar el número y la importancia de sus éxitos en general, ya que, por ejemplo, la capacidad realizadora se logra a base de atención voluntaria; pero esta etención se logra mediante el ejercicio diario y asiduo, y una vez se logra esto, y es lo bastante fuerte para fijarse larga y activamente sobre cualquier tarea o sobre cualquier orden de ideas, la claridad de comprensión, la seguridad de juicio y la potencia de trabajo triunfan a su vez. Múltiples tareas que antes eran imposibles e inabordables, se hacen posibles y después cada vez más fáciles, y es donde entran en juego, el cultivo de diversas herramientas, como el tacto, claridad de elocución, confianza en sí misma (o) y es entonces cuando se adquiere poco a poco, la casi totalidad de aquellos con quienes se trata y así el éxito personal viene a juntarse al éxito de realización.

Respecto del éxito de suerte, el afortunado azar, no contemos con él, que eso no impedirá que se produzca si el caso llegara. Sin embargo, como muy bien señala Paul C. Jagot, la suerte debe ser rehusada,  y que por lo menos no nos quite ni un minuto de nuestro tiempo ni la unidad de energía que a veces nos sentimos tentados  de sacrificarle. 

Lo fundamental es que nos mantengamos en guardia contra los efectos deprimentes de uno o muchos fracasos eventuales, resueltos a considerarlos como incidentes previstos a los que deberán oponerse con calma las medidas más convenientes.
 Continuaremos con el tema.



 







FRACASO DEL MODELO DE DESARROLLO

MACKALEXDIGITAL: ¡LA MEJOR MANERA DE CRECER!

                                                        MODELO DE DESARROLLO


Por MACKALEX para mackalexdigital.blogspot.com

Es asombroso como las personas hablan del fracaso del modelo de desarrollo del presidente Fernández, incluso de parte de intelectuales supuestamente revolucionarios, que teóricamente saben que para conocer los árboles hay que penetrar el bosque y saber distinguir causa de lo que es efecto y viceversa.
Quizás, es posible que deba decirse fracaso en la administración de los recursos del Estado (situación que no es nueva) desde el punto de vista del manejo de modelo de desarrollo impuesto desde fuera para tratar de preservar a fuego y sangre la agonía de un capitalismo de corte neoliberal, que ya no satisface las aspiraciones y necesidades humanas más elementales.
El caso de Irlanda, España, Italia, Grecia, entre otros, son ejemplos de modelos de desarrollo fracasados que sencillamente mandan la señal de que el mundo no puede seguir en manos de un grupúsculo madalaganario y caprichoso que juega a la bolsa y tiene el mundo en un constante juego de azar (cual casino vulgar) e incluso hasta los mal llamados países subdesarrollados, tendrán que sobrepasar diferentes estadios de desarrollo en lo que se conoce como salto dialéctico ante las injusticias provocadas por el capitalismo salvaje como en su tiempo lo llamó Juan Pablo Segundo.
Y si se quiere mantener el sistema como tal, sería sano para la economía mundial, incentivar otro tipo de empresario más humano, menos especulador y troglodita, donde sus gerentes y empleados no tengan que llevar medias rotas (en un sistema piramidal que sólo se queda en la punta del vértice), mientras él se ufana de gritar a los cuatros vientos que el problema fundamental desde que el mundo es mundo, es que unos nacieron para clavo y otro para martillo, y de ahí la otra famosa y desgastada frase de que el ojo del amo engorda el caballo, olvidándose, que el esclavo es quien engorda al amo, fuente esencial de su riqueza, cuando aumenta la riqueza caballar.
Quizás es mucho pedir en estos momentos, como señala Samir Amín en su famosa tesis Crítica de la Teoría del Subdesarrollo, de que los gobiernos desarrollen una autogestión administrativa propia y sin interferencias externa, para luego insertarse en la globalización o la economía mundial de una manera más relajada y menos atosigante (donde las grandes mayorías pagan los platos rotos con su secuencia de miseria), pero sabemos, que con la premura del momento, y ante una situación de hecho inevitable, con romper con el esquema impuesto, aun a costa de que las grandes mayoría no entiendan (tal como han hecho Chávez, Correa, Evo, entre otros), ya se ha dado un paso de avance bastante significativo.
En el caso de República Dominicana, podemos decir, sin temor a equivocarnos, que no se vislumbra en el horizonte, incluido el presidente Leonel Fernández, ningún político capaz de revertir la situación donde la estabilidad macroeconómica no sea el único objetivo para satisfacer caprichos foráneos en confabulación con una burguesía nacional desfasada y opuesta en cierto sentido a la autogestión, pues después de todo es menos trabajoso importar que exportar.
Y es extraño que quienes se ufanaban de decir que el gran problema de los países mal llamados subdesarrollados era que no guardaban trigo para enero, ahora les ha llegado enero sin trigo.
En conclusión, el fracaso de los modelos de desarrollo en la actual coyuntura no son locales, sino globales.