Como puede leerse, la brillante periodista independiente de Los Estados Unidos de Norte América, la aguda Amy Goodman, antes de toda esta parafernalia de los asesinatos masivos en USA, ya anotaba el alarmante apoyo y permisividad de las armas, donde los alimentos en los intercambios son más penalizados que las armas. Y es de palpitante actualidad.su trabajo.
El gobierno de Obama hace fracasar el Tratado de Comercio de Armas de la ONU
Publicado el 3 de agosto de 2012
Readaptado por MANUEL ALEXIS para MACKALEXDIGITAL.
Adivine qué está más estrictamente regulado:
¿el comercio mundial de bananas o el de los buques de guerra? En junio, un
grupo de activistas se congregó en Time Square, Nueva York, para denunciar una
absurda realidad: “Las bananas están más estrictamente reguladas que las armas
de bajo calibre. Hay más normas que regulan el comercio de bananas de un país a
otro que las que regulan el comercio de una AK-47 o un helicóptero militar”.
Así lo expresó Suzanne Nossel, de Amnistía Internacional Estados Unidos, durante
la manifestación justo antes de que comenzara la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Tratado de Comercio de Armas (TCA), realizada del 2 al 27 de julio. Gracias a una declaración de
último momento realizada por Estados Unidos de que “necesitaba más tiempo” para
revisar el breve texto del tratado, de apenas 11 páginas, la conferencia
culminó la semana pasada en fracaso.
No hay mucho que pueda considerarse polémico
en el tratado. Los gobiernos signatarios acuerdan no exportar armas a países a
los que se aplica un bloqueo de armas, ni exportar armas que facilitarían “la
comisión de genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra” u
otras violaciones al derecho humanitario internacional. La exportación de armas
está prohibida si facilita la “violencia de género o la violencia contra los
niños” o si las armas son utilizadas para “el crimen internacional organizado”.
¿Por qué Estados Unidos necesita más tiempo que los más de 90 países restantes
que tuvieron suficiente tiempo para leer y aprobar el texto? La respuesta
estriba en el poder del lobby de la industria armamentista y la aparente
incapacidad del Presidente Barack Obama de hacer lo correcto, especialmente si
no fue fríamente calculado desde el punto de vista político.
El gobierno de Obama hizo fracasar el tratado
exactamente una semana después de la masacre en Aurora, Colorado. En Colorado
Obama prometió “oraciones y reflexión”. Como afirmó el Alcalde de la Ciudad de
Nueva York, Michael Bloomberg, al referirse a que tanto Obama como Mitt Romney
estaban evitando hablar del control de armas: “Las palabras reconfortantes son
muy lindas, pero quizá ya es hora de que las dos personas que aspiran a la
presidencia de Estados Unidos nos digan qué es lo que van a hacer al respecto.
Porque obviamente este es un problema que afecta a todo el país y cada día
mueren muchas personas a causa de heridas de armas de fuego. Esto debe
terminar, y en lugar de que los dos candidatos (el Presidente Obama y el
Gobernador Romney) nos digan en términos abstractos que quieren hacer 'del
mundo un lugar mejor', dígannos cómo lo harán. Este es un problema real. Más
allá de cuál sea su posición respecto a la Segunda Enmienda, más allá de cuál
sea su postura sobre las armas, tenemos derecho a que ambos nos digan concretamente,
no solo en términos generales, qué van a hacer con respecto a las armas”.
La violencia con armas es un gran problema en
Estados Unidos, que solo parece penetrar en la conciencia de la población
cuando ocurre una masacre. Los defensores de la tenencia de armas atacan a
quienes sugieren que se necesita mayor control de armas y los acusan de
politizar la masacre. Sin embargo, algunos funcionarios electos están tomando
medidas al respecto. El gobernador de Illinois, Pat Quinn, está impulsando una
prohibición a las armas de asalto en su estado, similar a la que está en vigor
en California, Connecticut, Massachusetts, Nueva Jersey y Nueva York.
El vicepresidente ejecutivo de la Asociación
Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en
inglés), Wayne LaPierre, lanzó una amenaza ante la conferencia de la ONU: “Las armas de fuego para uso de civiles no
deben formar parte de ningún tratado. No puede haber ningún tipo de concesión
al respecto. Ni las Naciones Unidas ni ninguna otra influencia externa tiene la
autoridad de interferir en las libertades consagradas en nuestra Declaración de
Derechos, otorgada por nuestro creador a toda la humanidad. Por lo tanto, la NRA luchará con toda su fuerza para hacer fracasar
cualquier tratado que incluya armas civiles dentro del ámbito de su
aplicación”. La NRA organizó
una campaña para enviar cartas de oposición al tratado, que fueron firmadas por
51 senadores y 130 miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
Tras el fracaso de la conferencia, la NRA se atribuye haberle dado el tiro de gracia al tratado.
Por supuesto que no hay nada en el tratado que
pudiera afectar las leyes nacionales de armas de Estados Unidos. Los derechos
protegidos en la venerada Segunda Enmienda (“Siendo necesaria una milicia bien
regulada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del Pueblo a poseer y
portar armas no será infringido.”) permanecerían intactos. El interés de la NRA no solo está puesto en los portadores de armas
individuales, sino también en los fabricantes y exportadores de armas de
Estados Unidos. Estados Unidos es el mayor fabricante, exportador e importador
de armas del mundo. La regulación de este flujo mundial de armamento es lo que
probablemente alarma más a la NRA, no la posibilidad de
que la ONU elimine
las armas que la gente posee legalmente en Estados Unidos.
Los manifestantes que protestaron frente a la
sede de las Naciones Unidas durante la conferencia sobre el Tratado de comercio
de armas recrearon un cementerio simbólico y en cada lápida pusieron la siguiente
leyenda “2.000 personas mueren cada día a causa de la violencia con armas”. Es
decir que muere una persona por minuto. En muchos lugares del mundo masacres
similares a la de Aurora suceden con demasiada frecuencia. Unos días después de
lo sucedido en Aurora, al menos nueve personas murieron en un ataque con avión
estadounidense no tripulado en el noroeste de Pakistán. Funcionarios
paquistaníes afirmaron que se sospechaba que las víctimas eran militantes, pero
el gobierno de Obama considera a todo hombre adulto que es atacado por aviones
no tripulados como militante, a menos que se demuestre lo contrario,
póstumamente.
Luego de que la conferencia culminara sin
éxito, Suzanne Nossel, de Amnistía Internacional, declaró: “Se trata de una
cobardía sorprendente del gobierno de Obama, que a última hora cambió
radicalmente de postura y saboteó el avance hacia un tratado de armas mundial,
justo cuando estaba llegando a la recta final”. Las palabras de Nossel fueron
aún más severas al criticar al propio Departamento de Estado, donde trabajó
tiempo atrás bajo el mando de Hillary Clinton.
La ONU prometió reanudar la iniciativa de aprobar un tratado de
comercio de armas, a pesar de la intransigencia del país al que Martin Luther
King Jr. denominó “el principal proveedor de violencia del mundo”. Hasta
entonces, las bananas estarán más fuertemente reguladas que los buques de
guerra y las bazucas.
Denis Moynihan colaboró en la producción
periodística de esta columna.
© 2012 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María
Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy
Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 550
emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 350 en español. Es
co-autora del libro "Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios
en tiempos extraordinarios en Estados Unidos", editado por Le Monde
Diplomatique Cono Sur.