Obama y el secretismo de los
ataques con aviones no tripulados
MACKALEXDIGITAL: ¡LA MEJOR MANERA DE CRECER!
Adaptado
por Manuel Alexis para mackalexdigital.blogspot.com/
Publicado el 27 de diciembre de 2013
Hace dos semanas, muchas personas murieron en un nuevo ataque violento.
Esta vez, no se trató de la acción de un hombre armado ni de un estudiante que
realizó un tiroteo en una escuela. Las víctimas fueron un grupo de familias que
se dirigían a una boda en la localidad de Radda. Radda no está en Colorado ni
en Connecticut, sino en Yemen. El arma utilizada no fue una pistola
semiautomática de fácil obtención, sino misiles lanzados por un avión no
tripulado de Estados Unidos. Diecisiete personas, en su mayoría civiles,
murieron en el ataque, perpetrado el jueves 12 de diciembre. La Oficina de
Periodismo de Investigación (BIJ, por sus siglas en inglés), una organización
con sede en Londres que rastrea los ataques estadounidenses con aviones no
tripulados, recientemente publicó un informe sobre los seis meses posteriores
al discurso más importante del Presidente Obama acerca de la guerra con aviones
no tripulados, pronunciado en la Universidad Nacional de Defensa (NDU, por sus
siglas en inglés) en el mes de mayo. En el discurso, Obama prometió que “antes
de realizar un ataque, habrá casi absoluta certeza de que ningún civil morirá
ni resultará herido, el mayor estándar que podemos fijar”. La Oficina de
Periodismo de Investigación resumió en su informe: “A seis meses de que el
Presidente Obama fijara los estándares estadounidenses para la utilización de
aviones no tripulados armados, un análisis de nuestra Oficina demuestra que más
personas murieron en ataques encubiertos con aviones no tripulados en Yemen y
Pakistán en ese período que en los seis meses anteriores a que Obama
pronunciara el discurso”. Cuesta comprender que en un país que aborrece los
asesinatos masivos que ocurren con demasiada frecuencia en el seno de sus
propias comunidades, el Gobierno mate sistemáticamente a tantas personas
inocentes en el extranjero.
Una de las mayores dificultades para poder hacer una evaluación del
programa de ataques con aviones no tripulados de Estados Unidos es el
secretismo que lo rodea. Los funcionarios estadounidenses no suelen hablar del
programa, mucho menos de ataques específicos, especialmente cuando mueren
civiles. Como reconoció Obama en su discurso: “La mayoría de las críticas a los
ataques con aviones no tripulados, tanto aquí como en el extranjero, se centran,
naturalmente, en las denuncias acerca de las muertes civiles. Hay una gran
brecha entre la evaluación de las muertes realizada por el Gobierno de Estados
Unidos y la de los informes no gubernamentales. Sin embargo, es un hecho
indiscutible que los ataques estadounidenses han provocado muertes civiles”. La BIJ calcula
que el número de muertos en ataques estadounidenses con aviones no tripulados
en los últimos doce años en Pakistán, Yemen y Somalia supera los 4.000.
Mientras los medios estadounidenses centran toda la atención en la
posibilidad de que en los próximos años Amazon.com utilice pequeños aviones no
tripulados para enviar los pedidos de Navidad, es importante reflexionar
seriamente acerca de lo que estos robots aéreos están haciendo actualmente. El
corresponsal de DemocracyNow! Jeremy Scahill ha denunciado las guerras
encubiertas de Estados Unidos durante años. Lo hizo recientemente en su libro y
documental denominado “Dirty Wars” (Guerras sucias). La película acaba de ser
nominada a un premio Oscar al mejor documental del año. Tras la nominación,
Scahill nos dijo: “Esperamos que, a través del documental, las personas presten
atención a estas historias, que los estadounidenses conozcan, por ejemplo, lo
que les sucedió a los residentes de una localidad beduina en al-Majalah, Yemen,
donde más de treinta mujeres y niños murieron en un ataque con un misil de
crucero estadounidense que la Casa Blanca intentó encubrir. O que se enteren de
las personas que mueren en ataques nocturnos en Afganistán o en ataques con
aviones no tripulados en Yemen y Pakistán”.
En su discurso ante la Universidad Nacional de Defensa, el Presidente Obama
afirmó: “Estados Unidos no realiza ataques para castigar a las personas.
Actuamos contra los terroristas que significan una amenaza constante e
inminente para el pueblo estadounidense, y cuando otros gobiernos no son
capaces de enfrentar esa amenaza en forma eficaz”. Ni Obama ni sus
colaboradores explicaron qué tipo de amenaza significaba para el pueblo
estadounidense un grupo de vehículos que se dirigía a una boda. El Gobierno de
Yemen cumplió con la costumbre local e indemnizó a las familias que fueron
víctimas del ataque mediante la entrega de 101 rifles Kalashnikov y poco más de
100.000 dólares.
Los pueblos rurales de Yemen se encuentran atrapados en el medio de un
violento conflicto, según expresa Human Rights Watch en un informe publicado en
octubre titulado “Between a Drone and Al-Qaeda” (Entre los aviones no
tripulados y al-Qaeda). Apenas un mes antes de que Obama pronunciara el
discurso ante la Universidad Nacional de Defensa, Farea al-Muslimi, un
elocuente joven yemení que asistió durante un año a la escuela secundaria en
Estados Unidos, brindó su testimonio en una audiencia del Congreso. Seis días
antes de que declarara, un ataque con avión no tripulado había impactado en su
aldea, Wessab. Farea sostuvo: “Lo que sabían los pobladores de Wessab sobre
Estados Unidos se basaba en mis anécdotas acerca de mis maravillosas
experiencias aquí. Ahora, en cambio, cuando piensan en Estados Unidos, piensan
en el terror que sienten por los aviones no tripulados que los sobrevuelan,
prontos para disparar misiles en cualquier momento. Un avión no tripulado logró
en un instante lo que militantes violentos nunca antes habían logrado. Ahora
existe una profunda ira contra Estados Unidos en Wessab". Finalizó su
testimonio con la esperanza de que “cuando los estadounidenses sepan realmente
cuánto dolor y sufrimiento han causado los ataques con aviones no tripulados
estadounidenses (…) rechazarán este devastador programa de asesinatos
selectivos".
Los hechos de violencia sin sentido en Estados Unidos conforman una larga
lista de nombres asociados al dolor y la pérdida: Columbine, Tucson, Aurora,
Newtown, Littleton. Gracias al constante trabajo de activistas comprometidos,
periodistas valientes y funcionarios responsables, quizá los estadounidenses
también recuerden los nombres de Gardez, Radda, al-Majalah, Mogadiscio y de los
otros tantos lugares donde los ataques con aviones no tripulados continúan
ocurriendo bajo un manto de secretismo.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2013 Amy Goodman
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional
que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés
y en más de 400 en español. Es co-autora del libro "Los que luchan contra
el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos",
editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.