MACKALEXDIGITAL: ¡LA MEJOR MANERA DE CRECER!
Por
MACKALEX para
mackalexdigital.blogspot.com/
Vimos en la publicación anterior lo que es el éxito, pero hay que hacer algunas observaciones pertinentes, de modo que éste pueda ser más positivo y aleccionador, y lo primero que tenemos que anotar, es que el éxito no escamotea la cuestión suerte, pero si la toma en cuenta, debe percatarse de las limitaciones que ésta tiene, y entender que la voluntad puede más reducida a sus propios medios.
Decir que todo depende de la suerte, es dirigir a las personas por las vías de las más aniquiladoras decepciones, pues como muy bien señala Jagot, afirmar que todo depende de las circunstancias, es invitar a las personas a afirmar que todo depende de éstas, sin considerar los hechos reales de manera analítica, y a un tiempo, invitarlas también a que se abstengan de mejorar y de hacer uso de las armas y cualidades que todo el mundo por naturaleza propia posee.
Y además, la experiencia muy bien demuestra que la iniciativa personal, la circunspección, la firmeza, la aplicación, los múltiples aspectos del esfuerzo son eficaces determinantes cuya intensidad y persistencia modifican, de una manera apreciable, lo que las espontaneidades del exterior y del interior tienden a engendrar.
Hay que esforzarse de modo muy laborioso y con tenacidad, pues de esta manera, la agudeza y el vigor cerebrales se desarrollan, y es entonces cuando llega la facilidad, y quien de esta manera trabaje, sólo tendrá que persistir para lograr mediante la tenacidad, y de una manera más fácil, la asimilación de tareas más complejas.
Se sabe que a casi todo el mundo le resulta duro producir, pero también se sabe que la constancia permite conquistar poco a poco la potencia de trabajo necesaria y el virtuosismo, y todo esto le da relevancia a la frase de que la paciencia es un árbol de raíces amargas, pero de frutos dulces.
Luego, es recomendable que desde este momento, emprenda su tarea diaria con atención concentrada y de modo reflexivo, y con la mente puesta en llevarlo a cabo impecable, rápida e íntegramente, con la idea de empezar ya mismo, y verá que sus medios de realización comenzarán inmediatamente a fortalecerse, sin importar la remuneración o lo pesado de la tarea, ya que lo que importa es la ocasión que ofrece una labor. Es por ello, que a muchos triunfadores del mundo de los negocios, cuando le preguntan el motivo de su éxito económico, destacan que empezaron a hacer dinero cuando dejaron de pensar en él y se concentraron en su labor.
Es por la resistencia, por la lucha, por la acción incansable, como cada quien puede elevar el nivel de sus posibilidades y enfrentar todas las dificultades. Aquellos que quieren triunfar deben ampliar y enriquecer sus herramientas realizadoras y es precisamente el objetivo de esta serie de artículos sobre el éxito poner a cada cual en el camino del mismo para lograr los mejores resultados.
Naturalmente, la medida de los resultados no es siempre la misma para todas las personas, pues se sabe que cada cual es único e indivisible y todo va a depender de cual es el campo o los campos elegidos para perseguir el triunfo, así como también el límite o medida de sus aspiraciones.
La adquisición de la capacidad indispensable para la satisfacción de las grandes ambiciones necesita no tan sólo un trabajo tenaz y constante, sino también, una predisposición poco común al uso de las herramientas de la voluntad y la perseverancia.
Y se sabe, que con muy raras excepciones, aquellos que se retrasan en alcanzar las cimas, sufren extravíos y se agitan casi siempre sin provecho, contrario a aquellas personas que sin presunciones, pero resueltas a jugar a conciencia, y a no dejar de modo voluntario nada al azar, que desarrollan hasta el extremo límite de lo posible sus cualidades y el rendimiento máximo de sus aptitudes, para obtener el máximo de sus posibilidades.
Ya que el extremo límite de lo posible difiere para cada persona, y sólo puede ser conocido por la experiencia, nadie sabe de modo exacto el suyo, y es por esto que no se debe impulsar a nadie a que se imagine el éxito por anticipado en forma de horizontes demasiado brillantes y demasiado lejanos (o como muy bien señala Dale Carnegie, todo debe ser planeado a momentos estancos), ya que la primera condición que hay que llenar para triunfar es la de asignarse un objetivo general y otro inmediato.
El inmediato constituye una etapa hacia el objetivo general y, naturalmente, no se hace oposición a ello, pero el objetivo final debe representar la excelencia en la vía que se elija, y el objetivo inmediato, el conjunto de los resultados más ciertamente asequibles desde el punto en que cada quien se halle en el momento.
Ningún triunfador vio por anticipado el éxito, sino, como muy bien señala Paul C. Jagot, tendía a la excelencia en el camino elegido, y de igual modo, no perdían de vista su ideal, y concentraban día por día su pensamiento y actividad hacia el más próximo objetivo.
Nota: se recomienda buscar y leer en esta misma página este artículo de Kasuga Osaka, por considerarlo de sumo interés en el camino al éxito empresarial con el método moderno japonés del KAIZEN
Lo más importante, y en ello coincidimos con PCJ, es que vale más abstenerse de soñar y en cambio actuar, sin fijarse límites definitivos y ensanchando indefinidamente la envergadura de las propias capacidades y asegurarse así ventajas cada vez más importantes, pues el fuego del entusiasmo, que se enciende mediante la evocación de grandes perspectivas, flamea magníficamente, pero se extingue con rapidez, y con estas exposiciones, precisamente, se persigue inspirárselo, pero en una forma recogida, concentrada, tenaz, de la que se deriva el valor y la voluntad de avanzar con tanta circunspección como seguridad, de modo que las ambiciones de cada cual crecerán por sí mismas paralelamente a la extensión de sus posibilidades.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su Comentario es muy importante para nosotros, pues nos ayuda a crecer juntos